La Blues Company comienzan directos en Eibar y Zizurkil

Aquellos lugares que fueron refugio para irreductibles. Hogar y recreo para aquellos hechizados por la magia inexplicable del Blues y sus efectos. Pequeños lugares escondidos, con olor a mil noches sin dormir que guardaban tras sus puertas, una esencia reservada solamente para iniciados. Bares con paredes salpicadas de canciones de doce compases que hablaban de amor y de desamor y que un día, decidieron convertirse en leyenda.  

Hablar de La Blues Company, además de ser el título del primer disco del armonicista Ñaco Goñi y referencia número uno de Gaztelupeko Hotsak es, sobre todo, hablar del mítico club La Gatera de Donostia. Un local histórico y de referencia a nivel estatal que, a lo largo de diez años, dinamizó culturalmente las noches Donostiarras. Un club ajeno a modas y tendencias pasajeras, preservando el espíritu del Blues contra viento y marea, bajo la dirección de Jon Gurrutxaga y Santi Parra.  25 años después de su cierre definitivo, Jon toma la iniciativa de convocar a algunas de las más importantes figuras del género y producir este proyecto.

Si reunimos en el mismo estudio al histórico armonicista Ñaco Goñi (Tonky Blues Band, Jokers, Malcolm Scarpa, Ñaco Goñi y Bluescavidas), con todo un referente del piano blues como es el pianista y cantante Donostiarra Paul San Martin (Stay Blues, Paul San Martin trio, The Fake Cousins) y añadimos por un lado, al genial guitarrista y cantante madrileño Edu Bighands (Dinamita Blues Band, Ñaco Goñi y los Bluescavidas Whiskey Train, Edu Bighands)  y por otro, al guitarrista y cantante granadino Fernando Beiztegui, completando la formación con el baterista catalán Martí Elías (Mambo Jambo, Ray Gelato), La Blues Company es sin duda, la mejor noticia que puede tener cualquier aficionado al Blues en los últimos tiempos.

Grabado en los estudios Pottoko de Beasain por Fredi Peláez y mezclado por Edu Bighands, este primer trabajo cumple con creces todos los requisitos necesarios para convertirse en un disco de referencia. Un trabajo directo, de alto octanaje, a la vieja usanza y con la inigualable personalidad de unos míticos músicos que acometen la tarea con el verdadero y genuino espíritu del Blues hecho a este lado del Atlántico.

 La Blues Company se estrena a ritmo de latente shuffle tanto en la instrumental compuesta por la banda, Pottoko shuffle, como en la La Blues CompanyLa Blues Companyhipnótica Long Road Blues, liderada por la poderosa voz de Fernando Beiztegui y escrita por él mismo. Edu Bighands revisa magistralmente el tradicional I Want You By My Side del cantante y armonicista de Mississippi, Billy «Jazz» Gillum bajo la dirección de Ñaco Goñi, para ceder las labores vocales a Paul San Martin en New Early In The Morning del primer Sonny Boy Williamson. Beiztegui firma Dance with the Devil, un medio tiempo con el fraseo incendiado de Goñi y una lección magistral de piano-blues por parte de San Martin. Una exquisita selección de temas que se adentran en las profundidades del Blues más genuino, revisando a clásicos como Magic Sam en You Belong To Me, de la mano de Edu Bighands. Revelando magnificas joyas como Beefstake Blues del cantante John “Son” Thomas, con Paul San Martin en la voz y piano y el slide-guitar de Beiztegui para revisitar a Lightning Hopkins y su Lightnin’ Boogie con el inconmensurable trabajo rítmico de Martí Elías y la mano izquierda de Paul San Martin.

Otro de los grandes valores de este trabajo son las composiciones originales por parte de Fernando Beiztegui. El granadino firma Strange Feeling Blues, un slow blues con sabor a clásico. En Low Down Dog, Paul San Martin revitaliza al “shouter” Big Joe Turner a ritmo de Boogie, dando paso a ecos a medio camino entre Junior Parker y Otis Rush en It’s Hurt to Live (Kneeling Down Before This Scum) firmada por Beiztegui para transitar por clásicos como I Got the Blues del pianista y cantante «Big Maceo» Merriweather, el sonido Chicago en Mellow Down Easy de Willie Dixon y Half Ain’t Been Told del pianista Otis Spann para resucitar el espíritu de Magic Sam en That’s Why I’m Crying interpretada por Edu Bighands con la colaboración de Fredy Peláez al órgano Hammond ensamblado con el piano de Paul San Martin.  

La Gatera, aquel lugar que fue y cuyo espíritu nos devuelve 25 años después, la misteriosa magia del Blues y su hechizo a través de La Blues Company. Un nombre que reúne a cinco de los más geniales músicos de Blues en un disco destinado a convertirse en clásico. Sin duda, la mejor noticia para los irreductibles en los últimos tiempos.

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