
Txuma Murugarren
octubre 23|8:00 pm-10:00 pm
No en otro lugar. Debe ser aquí el sitio donde reposen juntos los sueños alcanzados y las derrotas. Lo pasado y lo vivido junto a lo que estar por acontecer. No en otro mundo. Debe ser aquí, ahora, el momento en el que convivan los anhelos incumplidos, los sueños rotos junto a la esperanza y la victoria.
El Cantante y compositor Txuma Murugarren posee el inconfundible marchamo de los artistas únicos e irrepetibles. Más allá de una larga y genuina trayectoria musical, que se inicia en los años noventa con la banda Sasoi Ilunak con quienes edita tres discos, entre ellos el aclamado Harakina, Txuma es una de esas figuras que no navegan otras aguas o caminan otras veredas que no sean las propias.
Desde la publicación de Nire leihoak, su primer trabajo en 2000, Murugarren ha publicado a lo largo del tiempo un total de doce discos en solitario con la constante de establecer una perfecta comunión entre textos y música. Trabajos como Hegazkinen arima, Gauak, neskak eta maletak, Nire anaiaren kotxeko argiak, Hau o Gautegia, como homenaje a Nocturama de Nick Cave, avalan la trayectoria de un artista heterodoxo, autor de todos sus textos y fascinado por el Pop, el Rock, la música Folk y la música electrónica, alternando y combinando todos ellos a lo largo de toda su producción discográfica.
Ha colaborado con creadores de música electrónica como Templar & Birdy así como en diferentes iniciativas bien como traductor en discos como Lou Reed, Mila Esker o Gautegia, como musicando tanto espectáculos como Mathilde maitatzeko moduak junto a Julen Gabiria, como poemas de Karmelo F. Gañán, Angel Erro y Xabi Borda. Una fructífera e incesante actividad creativa que le ha llevado a consolidarse como una de las figuras más relevantes y originales dentro de la música y la cultura vascas.
Grabado íntegramente en Mutriku (Gipuzkoa) en varias sesiones y producido por el propio Txuma Murugarren junto a Miguel Ramírez y Ekaitz Hernández, este su último disco, cuenta con la colaboración de Rafa Aceves en el piano, Natxo Beltrán en la batería, todos ellos artistas habituales en anteriores producciones. Para el oyente ajeno al universo musical de Txuma Mugugarren, lo que va a encontrar en Hemen beharko luke (Aquí debería de ser) es un variado catálogo de texturas propias con un excelente trabajo de producción: Belleza pop sustentada en ritmos electrónicos en temas como Ni ez naiz (No soy poeta), el suave minimalismo que sirve de lienzo al crudo texto de Dena Amiltzen (Todo se hunde) o el carácter electrónico arropado de furiosas guitarras en Ezer ez da berez (Nada es por sí mismo). Un poliédrico Murugarren, nos relata la nostálgica de Berantetsia (Impaciente) mientras muestra su lado más electrónico en clave de Pop a través de los pasajes de Lizar bat (Un fresno). Además de contar con la colaboración de Juan de Diego en la trompeta, nuevamente el carácter electrónico predomina en temas como Lagunak Joan (Los amigos se van) o Amore Bukaera (No te des por vencido), salpicados ambos con una literatura que define la cualidad consustancial de un cronista del lado más oscuro del alma humana como es Txuma Murugarren.
Hemen beharko luke es el lugar donde se muestran las dos caras de una misma moneda como sello identitario de un artista irrepetible. Palabras afiladas, flexibles, a veces incendiarias junto a una exquisita creatividad musical. Es aquí, ahora. La ambición incumplida y la batalla ganada, lo aún no vivido y lo que está por llegar. Caras de una misma moneda que al fin y al cabo, forman parte de la extraordinaria belleza de estar vivo.
«El pequeño fraude de la vida. Ese espejismo que nos pone delante. Aquello que antaño creíamos tocar con la punta del dedo. Todo el tiempo que hemos invertido en perseguir aquello que siempre parecía estar a punto de madurar. Pero, ahora que ya tenía que estar aquí, nos damos cuenta de que no ha madurado ni llegará nunca. Cada uno tendrá su propio objetivo en esa espera tan larga como estéril. Pero no debemos pensar que todas las ilusiones se han acabado para nosotros. El mensaje es que aún estamos vivos, vulnerables pero vivos y que no es el momento de tirar la toalla. La vida es escurridiza, a veces tacaña, pero al mismo tiempo nos ofrece una belleza extraordinaria. »
El mismo Txuma Murugarren ha escrito estas palabras a modo de presentación del disco y las hemos dejado intactas, ya que no se puede describir mejor la fascinación que produce esta extraordinaria colección de canciones. Lo que podemos añadir, de todo corazón, es que Txuma acierta de pleno a la hora de transmitir ese mensaje a través de estas canciones.
Una emotiva confesión creada y grabada en casa con los de casa y una reivindicación para vivir, disfrutar y sentir la vida hasta la última gota, con la buena música siempre como compañera.
