La duranguesa Irati Bilbao lanza su reválida trilingüe, ‘Bloom’

a cantante de jazz incluye un par de standards, un bolero y una versión del ‘Mendian gora’ de Imanol en un álbum con hondura instrumental y sentimiento vocal.

Oscar Cubillo

Hoy viernes, en la tienda de discos Power Records, se ha presentado el segundo álbum de la vocalista de jazz Irati Bilbao (Durango, 1992), titulado ‘Boom’ (floración en inglés) y editado, al igual que su debut, por el prolífico sello guipuzcoano Errabal, de Soraluze, cuyo responsable, Xarra, subrayó «el salto cualitativo dado en cuatro años respecto a su primer disco, ‘Begin’, un salto que se demuestra en el timbre de la voz, en las composiciones, en las versiones elegidas, en que maneja tres idiomas, en la versión de Imanol, en el bolero…». ‘Bloom’ se presentará en vivo el jueves 21 de noviembre en Barakaldo y el 22 en Iurreta.

Irati Bilbao, música trilingüe (inglés, euskera y castellano) y con doble titulación superior (primero obtuvo la licenciatura en Historia del Arte en la UPV, y luego el graduado en Interpretación de Canto Jazz por el Conservatorio Musikene de San Sebastián), expuso en Power sobre su reválida discográfica: «Aunque hay más composiciones mías, también van dos standards de jazz porque es un lenguaje en el que me siento cómoda. Es lo que empecé cantando, como todo el mundo, y no quería olvidarme, aunque es un disco más variado, con bolero incluso».

El primer standard es ‘I fall in love too easily’, «que lo he oído mil veces, sobre todo en la versión de Chet Baker, al que escucho mucho. En general se canta como una balada lánguida, pero me parecía que la letra tiene potencial para ser un poco más canalla y lo he reinterpretado de esa manera». El segundo es ‘Devil may care’, «que lo he tocado de modo más tradicional y me gusta mucho por su punto de humor y actualidad. Aunque es de los años 30, parece compuesto ahora mismo».

La versión del cantautor donostiarra Imanol Larzabal es ‘Mendian gora’. A Imanol los padres de Irati lo conocían desde los años 80, cuando organizaban conciertos con una asociación vecinal duranguesa. «Y yo de pequeña era superfan. Estuve en el último concierto que organizaron mis padres, que fue de Imanol y Labordeta, e Imanol me preguntó si quería ser cantante o artista, y yo le respondí que electricista, como mi padre. Es muy querido en mi familia, y en Navidad cantamos sus canciones. Empecé a cantar ‘Mendian gora’ como bis de mis conciertos, y me emocionaba tanto a mí y como a la gente, lo cual no siempre pasa, y decidí meterlo en el disco».

Y el bolero es ‘¿Hacia dónde?’ de Marta Valdés, «una canción que conocí estudiando en Musikene y que tocábamos en clase. Yo nunca pensé cantar boleros. En mi casa no se oían y ni yo me sé boleros. Cuando debía cantar, yo qué sé, ‘Bésame mucho’ en bodas, por mi acento euskaldun me sonaba durísimo y rarísimo. Pero tocando con Jorge (Fernández), el pianista de mi anterior disco, que es de Alicante, me animó y me dijo que le gustaba mucho con mi acento. Y me vine arriba y decidí grabar uno. Por lo menos uno, ja, ja, ja… Xarra me ha dicho que es el tema que más le gusta del disco. Y por cierto, la intro a capela la escribí yo, no es del original. Me apetecía añadir algo a la canción».

Irati Bilbao es una pluriempleada de la música. Sus tres principales proyectos, «con los que doy más conciertos», son este su cuarteto personal, el grupo de folk euskaldun Sarrabete, y Jazzbana Ensemble, «que es un grupo de música y teatro con un espectáculo infantil llamado ‘Bidai on, amona Braulia!’». También figura en la Bilbao Lindy Band, «y damos conciertos para bailarines de swing, pero el grupo no es mío. La líder es la saxofonista Elsa Lizundia, que le puso ese nombre de Bilbao y luego, casualidad, fui yo la cantante. ¡No soy tan egocéntrica, ja, ja, ja…! Igual me eligió por mi apellido, ja, ja, ja…».

Irati Bilbao ha grabado ‘Bloom’, donde hay partes con vientos cuidados, con músicos también solicitados. Su banda base la forman Aitor Bravo, «mi batería de siempre», el pianista Mikel Núñez, y Fran Serrano, el que en más proyectos milita, entre ellos en La Regadera, el grupo de mestizaje de Miranda. «Sí, sí, es el contrabajista de moda. Está en todo, pero es tan majo y lo pone siempre todo tan fácil que es capaz de viajar mucho para ir a tu ensayo. Nosotros nos organizamos mediante un grupo de wasap y poniendo velas. Ahora mismo estamos intentando hacer un vídeo y me siento al borde del infarto. Para la grabación del disco elegí verano, porque por ejemplo Sarrabete grabamos en junio, algo horroroso si eres profesor. En verano todos teníamos más disponibilidad, sobre todo entre semana. Y los domingos por la mañana, cuando la gente se va de rabas, pues nosotros a ensayar».

Ella además es profesora. «Por suerte o por desgracia, vivir de dar conciertos de jazz es muy difícil y todos, en mayor o menor medida, trabajamos en la docencia. Todos damos clase. Por ejemplo yo dos días y medio. Lunes y jueves voy a la Escuela de Música de Lekeitio, y también doy un curso en la Universidad para Adultos sobre Historia de la Música».

Entre sus planes de ocio enumera ir al cine, ir a comer con sus amigas, quedar con su familia, y ver muchos conciertos y exposiciones. «Pero una cosa son los propósitos y otra lo que al final hago, por falta de tiempo. Mi plan favorito de invierto es el cine, que me gusta mucho ir. Pero bueno, a veces hago más el vago de lo que querría». Y profesionalmente «hago de todo, dependiendo de la época del año. Al principio del curso me dedico a preparar ejercicios nuevos para mis alumnos, a estudiar… Ahora, con la salida del disco, he estado ocupada con el diseño (la foto de la portada es de Pablo Bueno, el guitarrista de Sarrabete), con la promoción, con si las copias llegan o no… Hay mucho trabajo que no es musical. Y debería ocuparme más de las redes sociales, que no es lo mío, pero me esfuerzo en ello».