Agua en los bolsillos
La vasca Maite Larburu y el estadounidense Josh Cheatham son los protagonistas de este disco. Ambos residen en Amsterdam. Larburu es violinista, y Cheathamek toca la viola da gamba y el doble bajo-, y posteriormente han desarrollado su carrera en numerosas formaciones de música antigua, orquestas de música barroca y música de cámara. Larburu ha formado parte de De Nederlandse Bachvereniging, Amsterdam Baroque Orchestra, Anima Eterna, Orquesta Barroca de Sevilla y Holland Baroque Society –con esta última la podemos ver en el cortometraje de Asier Altuna Zela Trovke, estrenado en el pasado Festival de Cine de San Sebastián, interpretando una vieja canción eslovaca del siglo XI-. En el curriculum de Cheatham figuran la Capriccio Stravagante Orchestra, Netherland’s Bach Society, Chanticleer for Teldec y otros muchos.
Pero en este caso, ambos músicos han dejado aparte (aunque no completamente) sus instrumentos profesionales, y nos ofrecen una colección de canciones basadas casi exclusivamente en la voz convincente y cercana de Larburu y la guitarra arpegiada de Cheatham. Es música popular de autor, que bebe del folk, el blues, la música brasileña, el jazz y la canción tradicional. Larburu es la autora de las canciones, y Cheatham se ha encargado del desarrollo musical de las mismas, utilizando, además de la guitarra, instrumentos alejados de la música occidental como el shakuhachi (flauta japonesa), sarangi (instrumento de la India), o el shruti box (como el anterior, de origen hindú).
Resulta sorprendente la naturalidad, libertad y personalidad que transmite la pareja en este primer trabajo. Sin embargo, las influencias están ahí. En estas 14 sugerentes canciones interpretadas en euskara, inglés y castellano, podemos encontrar rastros, entre otros, de Leonard Cohen, Joni Mitchel o Astrud Gilberto. Pero es quizá en las composiciones de mayor fuerza hipnótica en las que es más evidente lo especial y atrevido de la propuesta de Neighbor; vecinos de un barrio que no es en absoluto un mal sitio donde quedarse a vivir.