Al soplo de Kristian Brink le salen todos los ecos de los grandes tenores clásicos del género, desde Coltrane a Sonny Rollins, pero se desmarca de ellos, o al menos eso intenta hacer, acometiendo su instrumento con una sensibilidad propia, la que marca todo el peso musical que ha tenido y tiene el jazz en los Países Escandinavos. Su cuarteto resultó ganador de la edición 2008 del Festival de jazz de Getxo y está disponible el disco grabado en directo en el certamen.
