La txalaparta de Hutsun en el Bellas Artes

Iturria: El Correo

Eguna: 29/06/2024

El Bafle

El dúo txalapartari Hutsun y el jazzista JEL Trío presentaron su recomendable y mágico disco conjunto ‘Artze’ ante un aforo limitado y sin poder exprimir su potencial

Oscar Cubillo

Tocaron sin amplificar sus instrumentos, y a pesar de semejante gran hándicap supieron y pudieron sacar adelante su concierto enmarcado en el ciclo del Museo Bellas Artes llamado ‘En Claves 2024’. Y es que los cinco actuantes de este viernes apenas se oían entre ellos. Pidieron amplificar el contrabajo, pero nada. Al acabar el compromiso, todavía con el susto en la mirada y sin asumir del todo que habían gustado al público, el txalapartari rubio, Anai, nos contó que al contrabajo sólo le veía, pero no le oía. Y así el resto de los componentes, imaginamos.

El caso es que actuó el JEL Trío (Javier López Jaso al acordeón, Juanma Urriza a la batería, y un suplente del contrabajista titular Marcelo Escrich) en conjunción con Hutsun (dúo txalapartari integrado por Mikel Urrutia y Anai Gambra Uriz). Los dos proyectos navarros, que colaboran desde 2016, presentaron su recomendabilísimo disco ‘Artze’ (Errabal, 2022), que está estupendamente producido y ecualizado. Este viernes en el Bellas Artes, ante un aforo limitado pero completo (una cuarentena de sillas había ocupadas), sin técnico de sonido y sin amplificación, tocando casi al tuntún, los cinco dieron un concierto creciente de 10 números en 52 minutos.

El barbado Mikel explicó que su disco es un homenaje a los hermanos Artze, guipuzcoanos que en los 70 recuperaron la txalaparta con una orientación más rural (el más famoso era Joxean Artze (Usurbil, Gipuzkoa, 1939-2018), miembro del colectivo Ez Dok Amairu, colaborador de Laboa, etc.). Y luego el rubiales Anai añadió que allá por los 60-70 había txalapartas de una sola tabla en caseríos alrededor de Donostia, pero que el instrumento se recuperó y se mejoró hasta lo que es ahora, «añadiendo más tablas, usando otros materiales, escribiendo partituras, creando escuelas de música, trabajando las afinaciones…».

En la octava, ‘Bakarrik’. Óscar Cubillo

Hutsun usaron una txalaparta de piedra mágica, onírica y titilante cual vibráfono, y en menor medida una de madera que funcionó peor por mor de las condiciones sónicas anteriormente citadas. El encuentro arrancó prometedor con ‘Noticias de Gurb’, cruzando las piedras con el acordeón afrancesado, y al poco se atascó un poco por la madera, el escaso volumen y la falta de ecualización precisa. Pero remontaron con ‘Strasbourg / St. Denis’ de Roy Hargrove (era la cuarta y el trío jazz tuvo ya su primer breve pasaje a solas), abigarrados sonidos globales por étnicos (‘Egurra ta sua’), folk vasco vertical (‘Hego haizea’), y un final bastante fascinante con un ‘Libertango’ de Piazzolla cuasi new age en el que las piedras parecían un sintetizador, una sencilla, arropadora y efectiva ‘Bakarrik’ para acabar en falso. En el bis una buena improvisación de Hutson a solas con las tablas de madera, y fuera de programa, ¡el ‘Caravan’ de Duke Ellington con exótica añadida!

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