Búsqueda permanente
Hay artistas de Jazz cuya
creatividad está consagrada a la permanente búsqueda de sí mismos. Un viaje interior
que debe llevar implícita una alta dosis de riesgo: deconstruir para construir
y dotar de vida lo que antes no era. Lo sublime no necesariamente ha de ser del
agrado del gran público, o tal vez sí y tan solo responda a los designios de
una mente insondable que crea un lenguaje propio. Chema Saiz vibra para todo
aquel que se acerque con valentía, desprovisto de prejuicios, no hay notas
incorrectas ni tensiones innecesarias, el que quiera escuchar que escuche.
Para el guitarrista y compositor Chema Saiz el
viaje comenzó muy pronto, formándose en música clásica y en música popular
española, adentrándose en su adolescencia en los terrenos del Jazz de la mano
de Sean Levitt, John Abercrombie, Jerry Bergonzy o Dave Liebman, entre otros.
Titulado superior en guitarra clásica, ha impartido clases escuelas de Jazz, en
numerosos seminarios y master classes por medio mundo. Con una más que
prolífica trayectoria como compositor, cuenta en su haber con seis discos
publicados bajo su autoría, compartiendo autoría con el escritor y músico
Uruguayo Leo Maslíah en Agua con gusto. Guitarrista inquieto y en
permanente búsqueda, ha colaborado con innumerables artistas y proyectos a lo
largo de los años, recorriendo los principales festivales de jazz y de
guitarra.
Solo album II ha sido grabado en
Camaleon Music Studio de Madrid por Omar Carrascosa y mezclado y masterizado en
Santa Rosa Surround de Alcalá de Henares por Santi Fernández. Tendríamos que
remontarnos a 1999 con la publicación del disco Solo Album para
encontrar un antecedente a este Solo album volumen II y redescubrir al
artista inquieto y ecléctico, difícil de clasificar, incluso incómodo para la
ortodoxia. Un creador que no se atiene a convencionalismo alguno, que no
reniega de sus influencias desde el comienzo, con la recreación de con Trinkle
Tinkle del gran Thelonious Monk, inventando colores y geometrías musicales a
descubrir en No tan largo y Marketin, ambas firmadas por Saiz, y
volver a realizar el arriesgado ejercicio de recrear a Monk en Crepuscule
With Nellie. Chema Saiz escribe en disonancias Vals en Dm, propone
nuevo fondo y forma para la tradicional canción Estaba la pastora, y
dota al estándar I’m Confessin’ That I Love You de nuevo contenido aun
siendo una de las piezas mas ortodoxas de este trabajo. Introspección
nos devuelve al espíritu genial de Monk gracias a la intransferible factura de
Saiz, mientras que The Mooche y Stardust de Ellington nos
trasladan al jazz más primigenio. El eclecticismo se hace patente en Chotis
nº 6, firma de Saiz y Cuadros de una Exposición de Modest Mussorgsky,
para acabar haciendo propia Lament, del trombonista norteamericano J.J.
Johnson.