
Los Huelguistas en directo por el País Vasco
El grupo Grebalariak (los huelguistas) liderado por el músico bilbaino Juan de Diego estará la próxima semana por Euskadi presentando su rtecién publicado disco Azken Uda (último verano). Jazz del bueno
Un silencio entre notas, un refugio invisible. Respirar e idear espacios musicales donde recobrar la serenidad y compensar la ausencia de esa parte de nosotros que nos abandona permanentemente. Detener el tiempo mientras fuera, acontece el caos, lo inevitable. Todo eso que precisamente nos permite retomar la dirección correcta, la verdadera naturaleza de lo que somos y el auténtico propósito de lo que hacemos.

Una carrera musical marcada por el compromiso social y una firme posición reivindicativa siempre presente a lo largo de toda su obra. Muestra de ello son trabajos como Uda labur hori-Aquel corto verano de 2016, inspirado en textos sobre el anarquista Buenaventura Durruti y especialmente en su proyecto “ Grebalariak (Los huelguistas)”. Un homenaje a los movimientos sindicales de principio del siglo XX en Barcelona que dieron lugar a buena parte de los avances en lo relativo a derechos laborales e igualdad social que hoy en día se mantienen vigentes.
Tras la edición de su primer trabajo homónimo en 2021, el trompetista/músico vasco retoma la senda de su antecesor con este sorprendente Azken Uda (el último verano). Un trabajo grabado en los estudios Sol de Sants de Barcelona por Alberto Pérez los días 11 y 12 de octubre, que cuenta además del propio Juan De Diego a la trompeta y flugel, con la colaboración de Toni Saigi al piano, Pere Loewe al contrabajo y Ramon Prats a la batería. Un disco que pone de manifiesto la indiscutible belleza de las composiciones escritas por Juan de Diego a la hora de transitar por la senda del jazz contemporáneo, música efervescente y colorida, con una cierta intencionalidad Be-Bop que desvela un carácter orgánico, flexible y vital a lo largo de sus surcos.
Desde los imprevisibles desarrollos en la deliciosa Marinela, pasando por los secretos pasajes en Aterpe, la banda transita de manera elegante y dinámica hasta llegar a Ali Kinshasan, significativo homenaje al mítico combate de boxeo de 1974 entre George Foreman y Muhammad Ali (La pelea en la selva), un alegato contra la guerra de Vietnam y todo un hito en cuanto a la reivindicación de derechos civiles. La melancólica Azken uda dedicada a su madre se viste de poesía sonora para deleitarnos con los trazos improvisados de Zirimiri. La trompeta de Juan de Diego y el piano de Toni Saigi exploran nuevas posibilidades melódicas en la nocturna y humeante Tifliseko gizona, poniendo banda sonora a La montagne infidèle, una pieza documental perdida de la obra del cineasta y teórico francés Jean Epstein, donde se recreaba la erupción del volcán Etna en 1923. Inspirada en el mismo evento, Juan de Diego escribe la delicada La lava va, mostrando su lado más colorista de sabor brasileño en Txefinho y poniendo punto final a este segundo trabajo de Grebalariak con la impredecible y etérea Bagoaz.
Una nota entre silencios, la belleza de un instante, intervalos de tiempo que se escapan inevitablemente. Tomar aire, idear nuevas formas, reivindicando lo que somos y el propósito detrás de lo que hacemos. Volver a ese refugio invisible en memoria de un último momento, una última palabra, un último verano.