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Dicen que las causas
perdidas son siempre las mejores causas, tal vez sean las únicas que queden.
Dos desperados y las promesas rotas del sueño americano enzarzados en crear
música con sabor a clásico, una causa hecha común y construida a base de rock,
psicodelia, blues, pop y country, con
raíces y acento a taberna
irlandesa, una causa que podrían haber firmado unos lúcidos Grateful Dead o una
añorada The Band si no lo hubieran hecho ya estos dos vigueses llamados Family
Folks.
Una banda formada por Rubén Xuarez (Foggy Mental Breakdown,
Los High Sierras) y Bosco Bill (The Last
But One), dos reconocidos multi instrumentistas de la escena viguesa que desde 2015 y acompañados de Jorge López y
Martín López (The Allnight Workers,
Dead Wood) en la sección rítmica, se embarcan en un proyecto donde las canciones
son las grandes protagonistas, canciones facturadas en un cincuenta por ciento
por los primeros. Pequeños retazos de años de experiencia y sabiduría donde se
amalgaman incontables influencias estilísticas con el denominador común del
Folk y que por fin confluyen magistralmente en este trabajo.
Un trabajo plagado de creatividad y donde la banda se
acompaña por un largo elenco de músicos de la escena; Mauro Comesaña, Xavier Vietez o Jann Zerega,
componentes de The Soul Jacket;
Andrés Cunha, de Oscar Avendaño y
Reposado; Javier Reboreda, Yago V. Pateiro y Marcos Frost, integrantes de The Last But One, Santi Mouriño (Bar, La
Marabunta) y Oscar Santomé (Mega
Purple Sex Toy Kit), Antonio Tato, Shei Sunshine y Bethania Garrido. Un
disco que cuenta con el reseñable trabajo de producción de Óscar Liboreiro
reconocido por trabajos con The Soul
Jacket y Vindaloo Rockets.
“All the lost causes”
está firmado en clave de sabiduría musical , construido desde la raíz por dos músicos que aún creen en la magia de la
música y en las causas perdidas, de esas que dicen que son siempre las mejores y que tal vez, sean las
únicas que queden.