Grabado y mezclado por Fredi Peláez en los estudios Pottoko de Beasain, este primer trabajo de Rafa Aceves trio llamado Emeki, además del propio Rafa Aceves al piano cuenta con la colaboración de otros dos músicos imprescindibles, Marcelo Escrich al contrabajo e Hilario Rodeiro a la bateria. Por un lado, el contrabajista argentino Marcelo Escrich, cuenta con una incesante y prolífica carrera plagada de colaboraciones en diferentes proyectos, siendo hoy en día uno de los músicos más solicitados de la escena. Trabajos como los aclamados Pagoda, Aporía junto a Javier López Jaso o Diez años después junto a Miguel Salvador, dan buena muestra de su trayectoria. Por otro lado, el compositor, productor y baterista gallego Hilario Rodeiro, además de formar parte de proyectos como Pamplona Jazz Orquesta, R.S. Faktor, o CiTriC cuenta con el aval de haber realizado discos como Transoceánica, Respira, Cosmic Latte o Lila no Ceo. Una reconocida carrera coronada con premios como Premios BBK al mejor disco (R.S. Faktor), V Concurs de Jazz de Barcelona (Citric) o Academia de la Música (Mama Cabra).
Emeki además de contar con una excelente producción, resulta ser un ejercicio de pura espontaneidad y frescura. Un disco sincero, sin más artificio que la recreación del instante en clave de pura elegancia jazz. Un trabajo que gira en torno a la búsqueda de identidad propia. Sutil, parte de sólidas premisas y nos propone el encuentro con ese momento irrepetible a través de la improvisación. Composiciones como Whisper not del saxofonista, compositor y arreglista norteamericano Benny Golson o Blue in Green, una composición original de Bill Evans y Miles Davis que aparecería en el aclamado disco Kind of Blue de este último, dotan al trabajo de una impronta poco frecuentes. La banda transita suavemente por los dinámicos e improvisados pasajes de In love in vain, una composición original de Jerome Kern para deleitarnos con la deliciosa adaptación de Over the rainbow. Rafa Aceves escribe Marian como homenaje a su hermana, una composición que pone de manifiesto, tanto la sensibilidad como el talento compositivo de su autor. La banda recrea la figura del pianista norteamericano Herbie Hancock en Dolphin dance, obsequiándonos nuevamente con la delicadeza siempre muy presente a lo largo de este trabajo en Never let me go, del compositor Jay Livingston para finalizar con la recreación de la canción popular La Tarara, recuperada y adaptada en su momento por el poeta y dramaturgo Federico García Lorca.
Emeki está escrito con ese lenguaje aún por descubrir, imprevisible y sutil. Ese lenguaje delicado y sin palabras donde subyace entre millones de probabilidades, la opción precisa. Ese instante concreto y no otro. Una nota que fugazmente nos desvela la verdadera esencia de un artista en busca de lo extraordinario, en busca de lo que es.