“Pangea (del griego: πᾶν ‘todo’ y Γαῖα ‘tierra’)1 fue el gran supercontinente que existió al final de la era Paleozoica y comienzos de la era Mesozoica que agrupaba la
mayor parte de las tierras emergidas del planeta… hace unos 175 millones de años, comenzó a fracturarse y a dispersarse hasta alcanzar la situación actual de los continentes, en un proceso que aún continúa” (Wikipedia)
En cierto modo, todos provenimos de un mismo sitio, de una misma raíz común, para luego desperdigarnos y buscar el contacto con otros seres, con otros lugares, con
nuevos sonidos y experiencias que moldearán nuestras vidas, en un proceso que nunca se detiene. Encontramos lenguas, ropajes y culturas diferentes en otras tierras que nos parecen extrañas y que, sin embargo, cuando las experimentamos y asimilamos en su intimidad se entremezclan con nuestras propias vivencias y recuerdos hasta hacernos preguntarnos si los hemos vivido anteriormente. Es como si nos en ese constante intento de alejarnos de nuestra esencia nos acercáramos más a ella. En definitiva, el viaje es lo que verdaderamente importa. Como el que plantea Adrián Royo en este bello disco de debut, partiendo de su Miranda natal para recorrer mil
caminos musicales en sus 8 delicadas composiciones (desde el arrebatador lirismo de cámara de piezas como “Obarenes”, al ritmo hipnótico y de aire casi post-rock de “Bangkok” o “Linea 1” o a la sensualidad latina de “Halcon”) y regresar en ese homenaje a su tierra en forma de versión del Himno de la ciudad que cierra esta estupenda colección.
Adrián Royo, actualmente está licenciado en “Piano Jazz Performance” en el Conservatorio Superior Liceu de Barcelona y ha asistido a diversos seminarios de Jazz en el que cabe destacar el impartido por Benny Green, procedente de la “Julliard School de Nueva York”. Inició su andadura musical como Adrian Royo Trío junto a Marcelo Escrich (Contrabajo) y Gorka Gaztambide (Batería) y ya en 2019, en una nueva formación de jazz contemporáneo con Francesc Arau McSweeney (Bajo Eléctrico) y Oriol Pujol-Ras (Batería) realizando una gira por Cataluña en 2019, bajo el nombre de RPM Trío. Forma parte del proyecto de Flamenco Jazz del bajista granadino Pablo Donaire.
En 2021 graba y produce discos como «0202» de Fran Serrano Quintet o “Caminos Cruzados” de Luisvi Jimenez. Además de participar en formaciones como «Pedro Vega Afro Jazz Latino» (Latin Jazz, Música Cubana), «Adrián Royo & Marcelo Escrich Dúo» (Jazz), «Adrián Royo & Lara Vizuete Dúo» (Experimental, Canción de autor, Jazz, Soul). Le arropan en este estupendo debut dos excelentes músicos como Manel Fortià al contrabajo y Gonzalo del Val a la batería. Gonzalo es por cierto nacido en Miranda y por tanto paisano de Adrian y en 2009 fue galardonado con la beca “Jóvenes Excelentes” para ir a estudiar a la prestigiosa escuela Manhattan School of Music de New York, con el profesor John Riley, donde también recibió clases del batería Adam Nussbaum, llegando incluso a ser portada de la prestigiosa revista All About Jazz en 2011. Hoy en día es además jefe de Departamento de Jazz y Música Moderna del Conservatori Superior del Liceu de Barcelona. Como músico ha participado colaborado dentro de la escena jazzística española con músicos de la talla de Jon Robles, Dani Pérez, Víctor de Diego, David Mengual, Jordi Bonell, Albert Bover, Jordi Gaspar, Marc Miralta, Raynald Colom, Elisabet Raspall, Ramón Escalé, y un largo etctera. El catalán Manel Fortià, no le va a la zaga y ha llegado tocar con leyendas del jazz como Dave Liebman, Chris Cheek, Eliot Zigmund, Bill McHenry, Ari Hoenig, Arturo O’Farrill, Chano Dominguez, Stephane Belmondo, Scott Hamilton, Dena Derose, Perico Sambeat… en algunos de los más prestigiosos festivales y clubes de jazz del planeta.
Grabado en El Local Estudi de Gravació de Girona a cargo de Marc Piña y mezclado en Pottoko Studio de Beasain por Fredi Pelaez, “Pangea” es un delicioso ejercicio de jazz contemporáneo, íntimo y lleno de sutiles ecos de otros estilos musicales como la música latina o el pop, nunca gratuitos, ni forzados, entretejidos con una deslumbrante elegancia poco común en un disco de estreno. “Pangea” es una tierra común llena de riqueza de la que cabe esperar una fructífera expansión de grandes discos en el futuro.
