El quinteto alemán del saxofonista y compositor Tobias Meinhart se hizo con todos los aplausos del jurado gracias a un discurso postbop inteligentemente actualizado y, sobre todo, a un latido compositor sorprendentemente exclusivo. El grupo se arma en torno al soplo de su líder, al que se le intuye una admiración por maestros admirados como Joe Lovano (Sco Lo) o Wayne Shorter (Spiritual, Rising), así como una personalidad atractiva y entera (In Between, Pursuit of happiness, Eye-Opener): palabras mayores de un jazzista adolescente que sabe dónde mirar e, insistimos, qué contar.
El Tobias Meinhart capitanea una banda creada en 2008 y donde militan jóvenes intérpretes con mucha solvencia interpretativa. El trombonista Lou Lecaudey le discute el liderazgo en cada uno de sus solos, mostrándose como un avezado soldado con mando en plaza. A los dos “delanteros” del grupo, el contrabajista Tom Berkmann y el baterista Valentin Schuster les ofrecen un colchón rítmico donde acostar sus desarrollos melódicos y armónicos. Mención especial merece el concurso del jovencísimo pianista Lorenz Kellhuber, un audaz compañero de viaje que tan pronto cubre la retaguardia como abre camino. La verdad musical de este chaval complace y convence, porque tiene una muye buena mano izquierda y… porque sabe del valor del silencio.