Yo muero como viví

“Yo me muero como viví” nace del profundo amor que el guitarrista Dani Artetxe siente por la música del simpar Silvio Rodriguez, y su deseo de ahondar en él, de ir más allá de la recreación de su música y añadirle su propia voz y en especial la de su extraordinaria guitarra, en un proyecto gestado con mucho cariño, a fuego lento, tras varios meses de ensayo y de ajuste del repertorio adecuado. Dani agrupa a varios de sus compañeros de estudios del conservatorio superior de Pamplona con la excepción de Jon Carranza (Bajo), viejo amigo colaborador procedente del Esmuc de Barcelona, y junto a ellos registra esta estupenda sesión de 8 temas bajo la dirección Julen Urzaiz en el estudio “Sounds of Sirens” de Pamplona.

Dani Artetxe es bilbaíno y graduado superior por el CSMN en Interpretación Guitarra Jazz y ha participado en festivales de como el Festival de Jazz de Vitoria, Ondas de Jazz, Bilbaína Jazz Club y toca actualmente toca en agrupaciones con artistas como Alberto Arteta, Felix Rossy, Iñigo Ruiz de Gordejuela y Eric Surmenian.

En el elenco de estupendos músicos y amigos que le acompaña podemos encontrar a Adrián Buenaga, cantabro, que ha pasado por el Instituto de Estudios avanzados de Música y Artes Escénicas Classen en Oklahoma City, con el renombrado profesor Riggie Irons y ha colaborado con agrupaciones como la banda Grupo de Jazz Cudonia, Jaguayano, T-Walkers y es miembro de la recientemente creada Big Band de Santander. Borja Echevarría, pianista y teclista pamplonés, formado con estudios clásicos de piano y clavicémbalo en el Conservatorio Profesional Pablo Sarasate y estudios superiores de Interpretación Piano Jazz y pedagogía musical, que ha compartido escenario con artistas como Deborah Carter, Ramón Cardo, Toni Vaquer o Agustí Fernández. Dani Olazarán, navarro, quien cuenta con Estudios Superiores de percusión y batería en el Conservatorio de música Pablo Sarasate y ha trabajado con numerosas agrupaciones musicales y artistas influyentes en el panorama mundial como Debora Carter, Ilja Reijngoud, Yorrick Troman o Eric Surmenian entre otros además de formar parte de la compañía musical Suakai con la cual ha realizado las giras del proyecto`Música en cada rincón´ (2020, 2021 y 2022) así como la grabación  del espectáculo `Stella´ en el Navarra Arena. Jon Carranza, bermeotarra y graduado profesional de bajo eléctrico en el conservatorio Julia Foruria de Gernika, y alumno de la ESMUC donde estudia bajo eléctrico con Gary Willis, Ignasi Zamora y Pep Pérez Cucurella, y recibe una de las becas a la excelencia otorgadas por la fundación Anna Riera. Ha colaborado en proyectos de formatos y estilos de lo más variados, como Mississippi Queen & The Wet Dogs, Escandaloso Xpósito, Franz Schubert Filharmonia, Guy Salamon, Vicente Marín Trio entre muchos otros. Y por último a Lorena Aisa que posee formación de piano clásico y canto jazz en el Conservatorio Superior de Música de Navarra, y posteriormente ha ampliado su registro al rock o al reggae en varias grabaciones y realizando giras con Skabidean, uno de sus múltiples proyectos.

Nos encontramos, ante todo, frente a un entusiasta y vitalista homenaje lleno de una torrencial energía. La guitarra de Dani juguetea y moldea las bellas melodías originales a ratos con una fiereza incendiaria y en otros momentos con la delicadeza y la precisión de un orfebre. No en vano, entre las influencias que cita para la creación de este disco encontramos referencias tan heterogéneas como Black Sabbath, King Gizzard and the Lizard Wizard o Supertramp, y lo cierto es que es posible hallar ecos de todos ellos en su exuberante paleta de sonidos. Sus compañeros de proyecto no le van a la zaga y se sueltan en cada tema sin complejos, atrapados e inmersos en la corriente y gozando de ella, expandiendo y abrillantando los temas en una asombrosa sincronía que demuestra el mimo con el que se ha preparado todo y ese amor por Silvio, por sus melodías, por el jazz y por el poder de la música, en definitiva. Una pequeña delicia.

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