Centennial Light
El implacable paso del tiempo precisamente nos remite de manera constante a la idea del arte como proceso inextinguible para alcanzar lo sublime, lo eterno. El arte que no soporta el devenir de los dias tal vez sea tan solo entretenimiento, sin más propósito que ser una mera distracción condenada a extinguirse con el paso de las horas. El verdadero éxito de algunos artistas no solamente radica en el propio proceso de creación si no que además, se asienta en la íntima responsabilidad que adquieren consigo mismos a lo largo del viaje en busca de lo excelso, de lo perdurable.</p>
Centennial Light indaga en la búsqueda del espacio propio e intransferible, cargado de paisajes y colores únicos desde su inicio con “BLM” o “Peach#2”, poniendo ya de manifiesto tanto la capacidad compositiva del autor como su impecable calidad como solista. Un disco cargado de sensaciones que transita por los angostos pasajes sonoros cargados de imprevistas dinámicas en “The Cat Plan” para dar paso a lo emotivo en “Best things in life”. La perfecta comunicación entre los músicos nos regala la evocadora “Centennial Light” para acercarnos a la sutileza de “Autumn song” y a lo espontáneo de “Obsolescencia programada”. La capacidad de conjugar de manera perfecta forma e improvisación en “Amargura” junto a la sugerente “Viejo amigo” conforman un trabajo único bajo la flexibilidad estética del jazz contemporáneo.</em>
<em> Hay artistas capaces de crear universos únicos e inventar atmósferas capaces de generar emociones para el que escucha. Victor Antón es uno de ellos, un autor comprometido con el inagotable proceso de la creación, consciente de que el arte es todo aquel proceso creativo que posee la cualidad de perdurar en el tiempo con luz propia, su trabajo Centennial Light da prueba evidente de ello.
Albisteak