THORBJORN RISAGER & THE BLACK TORNADO

Este proyecto danés ha estado cautivando a multitudes con su dinámica presencia escénica y un sonido que fusiona soul, blues de Chicago, boogie y rock ‘n’ roll con una voz en la que Ray Charles, Van Morrison y Billy Gibbons se encuentran. Han llevado los zapatos de baile a los escenarios de los festivales más grandes de Europa y el blues noir-ish a los clubes de jazz de todo el mundo.
A punto de publicar su octavo álbum de estudio, la multipremiada banda ha sido telonera de Bonnie Raitt y la Tedeschi Trucks Band, compartiendo escenario con leyendas como Buddy Guy, Doyle Bramhall II y Robben Ford. Risager creció en la pequeña ciudad de Jyllinge, a unos 30 km de Copenhague, la capital de Dinamarca.Tras formarse en Copenhague, la banda se pasa de 9 a 10 meses al año de gira, pero es algo que nunca han dado por sentado. “Cada concierto es una experiencia única. Con sólo mirar las sonrisas y reacciones del público, sabes que lo que haces tiene sentido”.Sus prolíficos viajes por todo el mundo han conquistado a fans de todos los rincones, incluido el mismísimo Elwood Blues, Dan Ackroyd. quien elogió su “rhythm and blues caliente”, afirmando que Risager tiene “una gran voz, una gran entrega y siente el blues. Las canciones son originales, pero suenan como si salieran de una sesión de grabación de Stax alrededor de 1965″.Desde sus humildes comienzos en el puerto de Jyllinge hasta los bares de Copenhague, y en la actualidad, llenando regularmente recintos con capacidad para 1.000 personas en su Dinamarca natal, Suecia, Alemania y otros países, Thorbjørn Risager & The Black Tornado han recibido premios internacionales, han actuado en la televisión nacional y han recibido los elogios de una leyenda de Hollywood.”Lo construimos desde abajo a la antigua usanza”, reflexiona. “Si quieres ganarte la vida tocando blues, no basta con tocar sólo en un país, así que estamos encantados de poder tocar en todas partes”. Tras veinte años de vida, la banda está en plena forma. “Tocar en directo delante del público te hace sentir vivo. Creo que es la mejor manera de describirlo. Es bueno sentirse vivo”, sonríe Risager.