Si cada uno de los discos de Senperena es diferente entre sí (dependiendo de cual escuchemos encontraremos a Senperena más cercano al pop, el jazz, el blues, la música clásica o la música tradicional), este nuevo trabajo que presentamos ahora no es una excepción.
Influenciado por sus composiciones para el cine o por su trabajo como arreglista de orquesta en discos tan alabados como 1971 (Rafa Berrio), Joserra Senperena se ha introducido en la música de cámara. Como reza el título del disco, ha escrito diez composiciones para trío de piano, violín y acordeón, en las que la melodía toma protagonismo y el diálogo entre los tres instrumentos se acerca a la música clásica, tanto en el timbre como en el lenguaje musical. Es un disco pleno de inspiración (y con mucho trabajo detrás, claro), con piezas de enorme belleza melancólica y gran poder evocador y emotivo, y otras más abstractas e inquietantes. Aunque tienen ritmos y armonías diferentes, cada pieza tiene la estructura de una canción, y el papel que habitualmente juega el violonchelo en la formación clásica de trío lo ocupa en este caso el acordeón, dando a las composiciones un aire más popular. A medida que la escucha del disco avanza, los oídos del oyente se abren más y más, queriendo atrapar todos los detalles y termina por convertirse en una experiencia absolutamente gozosa.
Acompañan a Senperena en la grabación dos músicos excelentes, miembros de Krater Ensemble, orquesta vasca de música contemporánea: el violinista Xabier Gil, solista de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, colaborador habitual de la Orquesta nacional de Lyon y de la Orquesta del Capitol de Toulouse, y profesor de Musikene, y la acordeonista Naiara de la Puente, ganadora de varios premios internacionales y especializada en música contemporánea, habiendo trabajado con compositores como Felix Ibarrondo, Ramon Lazkano o Gabriel Erkoreka.