Las caras B, quizás por ser canciones sin suerte, tienen un encanto especial para muchos aficionados a la música, Txuma Murugarren entre ellos. Esa es la razón por la que ha titulado así el disco: “A la hora de hacer el disco me he acordado de los singles de los años 60 y 70. Las caras B siempre me han gustado más que las caras A; esas canciones delicadas y débiles eran con las que más disfrutaba, y creo que mis canciones han ido por el mismo camino, tienen algo que ver con esas canciones sin éxito de las caras B”.
Al mismo tiempo dulce y triste. El propio Murugarren nos da la mejor definición posible de sus canciones en uno de los temas del disco. Podríamos añadir: al mismo tiempo luminoso y oscuro. El ex-miembro de Sasoi Ilunak ha mostrado esa doble cara en cada uno de sus discos pero quizá es en este último donde el contraste es mayor que nunca. Encontrarás en este trabajo algunas de las canciones más alegres, musicalmente hablando, que ha grabado Murugarren, con estribillos efectivos (Gozo eta hits) e incluso eufóricos (Jasanezina bizitza) o ritmos juguetones que transmiten ganas de vivir (Mugaz gaindiko bidaiak), pero a la vez se mantiene el tono oscuro que impregna las letras, directas y sin rodeos, con una visión bastante pesimista y escéptica de la vida pero dejando algún resquicio a la esperanza. Y una vez más la muerte tiene una presencia importante, es la otra cara de la moneda.
La negritud no está sólo en las letras, sino que el sonido del disco nos remite a la música negra en muchos momentos. Los arreglos de instrumentos de viento y los teclados recuerdan el soul y la música disco de los 60, por ejemplo en esa pareja espléndida que forman Kantu xalo bat –con un crescendo espectacular)- y Jasanezina bizitza. También hay espléndidas canciones pop –B aldeko kantuak es carne de radio y en Gozo eta hits destacan las guitarras de Rafa Rueda y Miguel Ramirez-, y no falta el toque bohemio y decadente de la música del Este, perfecta para cuando toca ahogar las penas en el bar (Esku hotza).
Una de las características de las canciones de cara B es que suelen ser versiones alternativas de las que aparecen en los discos. Murugarren ha hecho lo mismo y ha grabado dos versiones de dos canciones: B aldeko kantuak –la versión B es más dura y obsesiva- y Irratia gauean –en cuya versión country, ha tenido la colaboración del grupo Audience-. Además ha recuperado el tema más conocido del último disco de Sasoi Ilunak, Bizitza garratza da, y lo ha convertido en una emocionante balada cocida a fuego lento, incluído un pequeño guiño a Serge Gaingsbourg.
Estas son las canciones de la cara B de Txuma Murugarren, “canciones que se mantienen de pie igual que los cipreses altos y solitarios, canciones que no se escuchan en la radio y que ensucian los oídos, canciones que nadie quiere, canciones que rescaté del desastre”. Una nueva entrega de espléndidos temas.