Éste su segundo trabajo es el paso evolutivo natural de cualquier buena banda cuya principal influencia radica en lo mejor de la música negra pero madurado con sabiduría, identidad y personalidad propias.
Una colección de canciones originales con letras muy cuidadas y que no solamente bebe de las fuentes del rythm and blues si no que explora a través de trece temas compuestos por el tándem Hurt-Cavaleiro y grabados en “Rock Palace Studio”, diferentes territorios musicales y que nos transporta a un tiempo a caballo entre los años sesenta y los primeros setentas con el más puro sabor soul en “Soulless Town”, salpimentado de pop “Set me free”, Nueva Orleans “ I´m in love with a man”, con aires latinos en “Requiem for a love” en clave de balada “The sharpest knife” o reminiscencias Ska en “River Jordan”, sin olvidar una de las joyas del disco donde la banda rinde tributo a otro icono del género, la tristemente desaparecida Amy Winehouse.
Todo ello interpretado por la poderosa voz de Lucille y una más que sólida formación compuesta por Aldo Cavaleiro (bajo), Ritchie “the man” (guitarras), Marcos Ortega (trompeta), Diego Jiménez (saxo barítono), Guillaume Guinot (saxo tenor), Bobby Lawrence (trombón), Henar Rodriguez (teclados), Vanja Polacek (batería), Alba Sánchez (coros), Itxaso Satrústegui (coros) que sin duda llevan a buen fin este verdadero catálogo de brillantes influencias.