La letra de “Zerotik hasten” (“Empezar de cero”), agridulce, cruda y bella, habitual en todos los trabajos de Igor Arzuaga nos propone adivinar corazones en las formas caprichosas de las nubes. Haciendo honor a su propia letra y, como también suele ser habitual en él, Igor se ha atrevido de nuevo a “empezar de cero” y reinventar la estructura musical de su discurso y ser así capaz de hallar la fuerza inspiradora de un corazón cálido, rojo, vivo en la aburrida monotonía gris de la niebla. El contraste que sugiere esta idea ha sido quizá lo que le ha animado a dar este nuevo paso. A estas alturas, estábamos dispuestos a decir que lo ha probado de todo en su carrera, pero aquí se plantea un contraste más intenso que nunca entre la voz de Igor y la instrumentación que la acompaña.
Así, el protagonismo musical corre a cargo de Eider Laukotea. Antonio Martinez – Abarca Baeza (Violín I), Celia Moreno Broncano (Violín II), Miguel López Ayerbe (Viola) e Isabel Schlegel (Chelo) conforman este proyecto creado y desarrollado en las salas de Musikene; un magnífico grupo de jóvenes talentos inmersos en un exhaustivo trabajo de exploración e interpretación del repertorio clásico y contemporáneo de los instrumentos de cuerda. De tal manera, el acordeón y voz de Igor Arzuaga se abrigan en este caso con la caricia y la elegancia del manto de sonido de cámara del cuarteto.
Hemos conocido ya diferentes y variadas vestiduras para las canciones de Igor; ex miembro de los grupos como Une Latza y Exkixu, colaborador de otros solistas y músicos, ha publicado también varios trabajos en Gaztelupeko Hotsak, trabajos como «Mara-Mara», «Experience» o «Menditik behera ginen«. En estos discos ha tocado palos tan diversos como el rock, el folk, el pop, el jazz o la estética del cabaret. Nunca ha tenido miedo ni para hacer que su peculiar estilo vocal monocorde, un poco atonal, incómodo por momentos, pero siempre hipnotizador, se sumerja en todo tipo de texturas sonoras. Pero, en este trabajo con el cuarteto Eider, el contraste se hace más intenso que nunca y, por eso mismo, se diría que es capaz de ofrecer los resultados más extraordinarios de su carrera. Un disco exigente,sin duda, pero así lo son siempre las obras de arte verdaderamente influyentes, ¿no es cierto?