SINGLE 1: Zurekin dantzatu nahi nuke
No es un disco de grandes cambios, los anteriores tampoco lo eran. El grupo siempre ha preferido reflejar su progresión en los pequeños detalles, sobre todo desde la incorporación definitiva de Fran Iturbe (guitarras) y Joserra Senperena (teclados y acordeón). Es desde la distancia, a posteriori, cuando uno se da cuenta de lo que ha crecido la banda. Don Inorrez no es una excepción. Guarda todas las características de la música de Bide Ertzean: canciones de estructuras simples, la elegancia en los arreglos, la importancia de la melodía, el cuidado de las letras (han vuelto a recurrir a textos de poetas, en este caso Jose Luis Otamendi, Mikel Ibarguren y Juanra Madariaga, pero la mayoría de las letras las ha escrito el cantante y guitarrista Imanol Ubeda)…
Y sin embargo, Don Inorrez parece un disco diferente a los demás de Bide Ertzean, quizás porque han acertado más que nunca en dar un aire diferente a cada canción. La instrumentación, los ambientes, el estilo de la canciones cambia de una a otra, evitando la repetición. Desde el country-pop elegante heredado de grupos como The Jayhawks (Don Inorrez) hasta baladas soul construidas sobre una guitarra blues y el órgano hammond (Ez nau inork espero), pasando por desnudas piezas de folk (Zatoz, preciosa, Zure ausentzia), algún vals (Bost egun eman), canciones pop directas (Zurekin dantzatu nahi nuke) o los medios tiempos que tan bien domina Bide Ertzean (Hondartzan). El sonido acústico se impone al eléctrico, y son de destacar los arreglos de cuerda, sobre todo en las espléndidas Lizarbakar y Ez nau inork espero.
Bide Ertzean ha vuelto con un disco de invierno, pero no frío, un disco sobre corazones solitarios, ausencias y tardes de domingo.
Si tuviese que elegir tres discos de Bide Ertzean, no dudaría: Don Inorrez sería uno de ellos.
Jon Eskisabel
